El pasado julio, durante la Escuela de Verano, Adán Zúñiga Ríos, integrante de SEDEMA como Coordinador del diseño y proyecto de saneamiento del Río Tacubaya, ofreció una charla sobre este tema, así como una visita guiada.
El origen de este proyecto surge a partir de la entrega de un espacio militar a la Ciudad de México, lo que brindó la oportunidad de recuperar este importante cuerpo de agua y su entorno. A lo largo del proceso, se implementaron tecnologías avanzadas como hidroseparadores, biodigestores y humedales, todos diseñados para tratar las aguas residuales y mejorar la calidad del agua.
El avance de este proyecto ha sido posible gracias a la colaboración entre diversas instituciones, que han unido esfuerzos para recuperar el río. Sin embargo, la comunidad local se ha convertido en un elemento crucial para asegurar la sostenibilidad del proyecto a largo plazo. Involucrar a los residentes en la rehabilitación no solo fomenta un sentido de pertenencia, sino que también impulsa un cambio en las conductas hacia el entorno.
El proyecto no ha estado exento de retos. Las edificaciones alrededor de las zonas naturales han resaltado la necesidad de integrar el desarrollo urbano con la conservación ambiental. La resistencia de algunos vecinos a las intervenciones también ha demostrado la importancia de la educación y la sensibilización como herramientas para facilitar la aceptación de soluciones ambientales. Por lo tanto, la creación de empleos verdes ha sido otro aspecto destacado del proyecto, ya que ofrece a la comunidad oportunidades laborales ligadas a la sostenibilidad, lo que refuerza el apoyo comunitario. Además, se ha utilizado el arte como una herramienta poderosa para sensibilizar a la población, mostrando cómo las iniciativas culturales pueden ser efectivas en la educación ambiental.
La rehabilitación del río Tacubaya es un ejemplo de una intervención consciente y colaborativa, donde se puede transformar un espacio urbano en un ecosistema saludable y sostenible. La clave radica en la integración de la tecnología, la participación comunitaria y un enfoque en el cambio de conductas hacia el entorno, asegurando que proyectos como este puedan tener un impacto positivo a largo plazo.